Los nuevos y relucientes autobuses turísticos se colocaron en el pórtico del elegante hotel, y descendieron veintenas de turistas extranjeros que provocaron gran agitación entre el personal cubano: recepcionistas, botones y guías.
Menos de dos décadas después de que su economía implosionó por el colapso de su patrocinador comunista, la Unión Soviética, Cuba se ha reconstruido como un imán caribeño para vacacionistas que ahora atrae más de dos millones de visitantes al año.
Sin embargo, aun cuando los $2,000 millones anuales que ahora gana Cuba con el turismo han ayudado a rescatar su moribunda economía, los expertos dicen que la isla comunista enfrenta una lista abrumadora de problemas que la hacen vulnerable.
El nuevo presidente, Raúl Castro, quien asumió el más alto cargo en la isla en febrero después de que su hermano Fidel se retiró por enfermedad, de alguna forma tiene que revertir la baja productividad y los salarios bajos, detener el hurto endémico, resolver problemas monetarios que están generando desigualdad en los ingresos y estimular a los campesinos para que cultiven suficientes alimentos para los 11 millones de habitantes de la isla.
''Es una sociedad estancada'', dijo Javier Corrales, politólogo de la Universidad Amherst. ``Cuba es más pobre ahora de lo que era antes de la revolución a finales de la década de 1950, y la mayoría de los indicadores económicos no han llegado a los niveles de finales de los 80, antes del colapso de la Unión Soviética''.
Dicho lo cual, Cuba se ha recuperado en forma asombrosa desde el Período Especial a principios de los 90, cuando la isla perdió aproximadamente $6,000 millones anuales en subsidios soviéticos y la escasez plagó al pueblo cubano.
Fidel Castro respondió recurriendo al turismo, e invitó a una gran cantidad de inversión extranjera para ayudar en la reconstrucción de la infraestructura abandonada. Poco a poco, Cuba salió a duras penas de la crisis, y su economía se estabilizó aunque no prosperó precisamente.
Los bienes de consumo retornaron, cientos de miles de cubanos encontraron trabajo en el sector turismo, y el Período Especial quedó atrás como un recuerdo doloroso.
Ahora, según el gobierno cubano, la economía de la isla es muy exitosa, y el PIB avanzó un 11.8 por ciento en el 2005, 12.5 por ciento en el 2006 y 7.5 por ciento en el2007.
El problema, afirman los economistas, es que Cuba ha creado su propio método para calcular las cifras, y agrega miles de millones de dólares para justificar atención médica, educación y servicios sociales gratuitos proporcionados por el Estado.
''Ningún otro país usa esta metodología'', observó Carmelo Mesa Lago, economista de la Universidad de Pittsburgh. ``Nadie sabe lo que significan estas cantidades porque los cubanos no han dicho cómo calculan estos valores. Hice un ejercicio especulativo y obtuve un PIB de cerca de la mitad de las cifras oficiales''.
A pesar de la controversia, la mayoría de los académicos estadounidenses está de acuerdo en que la economía cubana está creciendo.
Además de los ingresos del turismo, la isla se ha estimulado con los altos precios del níquel, con lo cual ha ganado otros $2,000 millones, junto con $400 millones por la venta de sus puros, famosos en todo el mundo.
Sin embargo, otros indicadores preocupan a economistas extranjeros. Los cubanos dependen de aproximadamente $800 a $1,000 millones al año en remesas de familiares en el extranjero, principalmente en Estados Unidos, mientras parece que el Estado cubano está sustituyendo su viejo patrocinador soviético con un benefactor nuevo y generoso: Venezuela.
El presidente socialista de ese país, Hugo Chávez, vende 100,000 barriles de petróleo diarios a $27 el barril a Cuba proporcionando un ingreso adicional a los cubanos, dijo Mesa Lago. Cuba paga a Venezuela enviando unos 30,000 trabajadores médicos y sociales para brindar servicios a los partidarios pobres de Chávez.
''En el 2006, Cuba calculó el valor de esos servicios en cerca de $5,000 millones'', dijo Mesa Lago. ``Ha sido un gran impulso para Cuba, pero es muy riesgoso. La historia ha demostrado que si se colapsa el patrocinador, Cuba queda en el limbo''.
Al parecer apostando a lo seguro, Raúl Castro ha firmado acuerdos comerciales con China, Irán y Brasil, que le han abierto nuevas líneas de crédito por valor de miles de millones de dólares, una herramienta esencial para un país que no tiene acceso al Banco Mundial ni al Fondo Monetario Internacional debido a su prolongada enemistad con Estados Unidos.
Sin embargo, aunque Cuba ha firmado nuevos acuerdos con países extranjeros, ha reducido sus sociedades con empresas extranjeras. Algunas compañías se han quejado amargamente por las regulaciones que rigen la contratación y pago de trabajadores y otros procesos burocráticos.
Funcionarios cubanos aseguran que están reduciendo sus sociedades con compañías extranjeras más pequeñas para concentrarse en los grandes jugadores de sectores esenciales, principalmente con transacciones con empresas de Canadá, China, India, Brasil y Venezuela para explotar níquel y petróleo en la plataforma marítima cubana.
Pero, aún cuando ha progresado en estos sectores, Cuba está impedida por su incapacidad para alimentarse. Debido a que su sistema agropecuario está asediado por la ineficiencia y pocos incentivos, importó $1,600 millones en alimentos el año pasado.
Para resolver este problema, en los últimos meses, Raúl Castro arregló viejas deudas entre el Estado y los campesinos, aumentó el precio de la leche y la carne de res, incrementó el salario de los jornaleros agrícolas y exhortó a los campesinos a cultivar más.
Sin embargo, mientras impulsa estas reformas, aún tiene que lidiar con las secuelas de una decisión del 2005 de reducir drásticamente la industria azucarera, otrora vital para la isla, debido a los bajos precios mundiales. Se cerraron decenas de ingenios y unos 150,000 trabajadores quedaron sin trabajo. Aunque los cubanos dicen que los volvieron a capacitar y que el desempleo nacional es de menos de 2 por ciento, economistas extranjeros piensan que las cifras son de dos a tres veces más elevadas.
Mientras tanto, Cuba está experimentando una ''fuga de cerebros'', ya que los profesionales capacitados están saliendo de la isla si pueden hacerlo o abandonando empleos como ingenieros o médicos que pagan $15 mensuales para trabajar en el turismo, donde pueden ganar mucho más.
La lucha de los cubanos por trabajar en el turismo resalta un problema más, el sistema monetario dual de Cuba. A la mayoría se le paga en pesos comunes, mientras que quienes están empleados en el turismo tienen acceso a los pesos convertibles que tienen que usar los turistas. Estos valen 25 veces más que los comunes, lo cual crea enormes disparidades en el ingreso y resentimientos profundos en la población.
''Raúl sabe que se necesita eliminar la moneda dual'', comentó Paolo Spadoni, economista de la Universidad Rollins, en Winter Park, Florida. ``La desigualdad en el ingreso es un problema grande''.
Otro dolor de cabeza más son los hurtos y la actividad en el mercado negro.
Es típico que los alimentos que el Estado permite comprar mensualmente mediante la libreta de racionamiento duren entre una semana y 10 días. No sorprende que muchas personas roben cosas de sus centros de trabajo y las vendan en el mercado negro, una práctica tan común que, según se dice, las compañías paraestatales contabilizan en sus presupuestos un 15 por ciento para cubrir pérdidas.
''Es una verdadera carga para la economía cubana'', dijo Spadoni. ``Lo cual nos devuelve al tema crucial de los incentivos. Tienen que resolver esto, pero hasta ahora todo lo que han hecho son llamados a una mayor disciplina, lo cual no soluciona el problema''.
Académicos estadounidenses creen que Raúl Castro está consciente de la cantidad de retos a los que se enfrenta su economía. En su papel de líder interino en los últimos 19 meses, ha hecho un llamado a un debate abierto sobre la situación.
Sin embargo, aun si introduce reformas graduales, no hay ninguna certeza en el resultado.
''Raúl aumentó las expectativas al pedir un debate y sugerir reformas, pero eso abrió la caja de Pandora'', expresó Mesa Lago. ``Hasta ahora ha hecho muy poco. Todo lo que podemos hacer es observar y ver qué pasa''.
El turismo es la principal actividad económica de Cuba. Muchas compañías extranjeras se asociaron con el Estado cubano en el sector con transacciones en las que es habitual que ellas administren los hoteles.
Entre las principales compañías de turismo extranjeras activas en Cuba están:
• España
Hoteles NH
Hoteles Sol Meliá
• Francia
Hoteles Accor
Acostumbrada a la miseria Cuba espera por un cambio
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